MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

PPEF 2023, otra burla de la 4T para los mexicanos

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Alejado de la realidad que vive México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, emanado de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), vuelve a burlarse de sus compatriotas al enviar al Congreso de la Unión, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PPEF), que de pasar como está redactado, sin quitar una sola coma, estará ahondando la miseria extrema, la pobreza y la hambruna de los mexicanos, sin oportunidad de acceder a otros aspectos tales como la educación, salud, vivienda, entre otros que desde la llegada de la llamada Cuarta Transformación se han alejado de la gran mayoría de familias.

Ha sido en el Senado de la República donde se ha advertido del engaño a la gente, por parte del mandatario mexicano, específicamente porque se trata de un proyecto económico que no concuerda con la realidad del país.

Asimismo, millones de mexicanos ya se han percatado de que, en caso de que esa iniciativa presidencial sea aprobada por los morenistas, tal y como está, se condenará aún más al abandono y la desesperanza a quienes por la equivocada política lopezobradorista se encuentran al borde de la desesperación económica, en la pobreza extrema.

Para Antorcha Nacional, en voz de Homero Aguirre Enríquez, López Obrador presume que lleva ahorrados 2 billones 400 mil millones de pesos, resultado, según él, de no permitir privilegios fiscales, de combatir el huachicol y la corrupción. Suena bonito, pero se trata de puras palabras, de acrobacias verbales que no se traducen en dinero contante y sonante para resolver las carencias de la población.

Porque ese recurso, una vez más, no aparece programado en el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2023 publicado hace poco por la Secretaría de Hacienda, como no ha aparecido en ninguno de los años que lleva el actual presidente ocupando la silla presidencial. No hay tal ahorro, se trata de un artero engaño.

El PPEF calcula un incremento de los ingresos de los que dispondrá el Gobierno federal para solventar todos los gastos que se propone para el próximo año, pero dicho aumento no se basa en incorporar los famosos ahorros que dice el presidente, mismos que solo existen en su imaginación, sino que resultan de calcular, muy optimistamente, el desempeño de diversos indicadores que algunos analistas muy serios han dicho que no se cumplirán.

Por ejemplo, no habrá el crecimiento que se calcula en la economía, lo que se traducirá en menos ingresos por impuestos de todo tipo; el precio del petróleo no se mantendrá en los niveles estimados por el gobierno, lo que representará miles de millones de pesos menos de ingresos, la inflación será mayor a la que calculan, al igual que el tipo de cambio, por lo que se encarecerá adquirir bienes nacionales e importados; las tasas de interés serán más altas que las calculadas, lo que obligará a pagar más por los créditos adquiridos por el país, etcétera. 

Lo más seguro es que en la realidad los ingresos serán mucho menores, y se tendrá que recurrir a recortes en diversos programas o a la adquisición de más deuda pública, misma que tendrán que pagar las generaciones presentes y sobre todo las venideras. 

Al igual que toda la política sexenal de AMLO, el presupuesto de este año no está diseñado para atacar en serio alguno de los problemas estructurales que padece la economía mexicana y tampoco se plantea elevar los ingresos mediante una reforma fiscal progresiva que permita financiar el desarrollo y combatir la pobreza a fondo. Nada de eso. Lo único que se mantiene e incrementa presupuestalmente es el financiamiento a las costosísimas obras que caprichosamente está construyendo el presidente sin haberse demostrado que serán de alguna utilidad. Como el Tren Maya, que el año entrante recibirá 143 mil millones de pesos, un incremento superior al 115 por ciento, y que al entrar en funcionamiento será tan costoso e inútil para detonar el desarrollo regional como lo ha sido el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

También, se asegura un jugoso presupuesto para reforzar la actividad electoral del partido del presidente. Por un lado, se incrementa el presupuesto a las pensiones para adultos mayores, que pasarán de 238, 000 millones asignados este año, a 335,500 millones en el 2023, lo que permitirá, se dice, incrementar las pensiones a 6 mil pesos bimensuales, muy buenos para captar votos entre los más de 10 millones de beneficiarios en ese sector de la población, pero sin que se resuelvan muchas otras necesidades de ese y otros sectores poblacionales.

Lo que no contiene el presupuesto es un incremento serio en la captación de recursos y en programas serios para combatir a fondo la pobreza. Al igual que otros gobiernos del pasado, el de Morena sólo administrará la pobreza, comprará votos y echará mucha demagogia. Nada más, hasta que el pueblo lo aguante.

Se ha dicho por igual que son muy preocupantes los números presentados por el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, el pasado 8 de septiembre, a la Cámara de Diputados.

Las predicciones de Hacienda se han alejado de la realidad que se vive en el país, resultan inalcanzables y por lo tanto una soberana bofetada para los mexicanos una vez que se vuelven a arrebatar recursos a aspectos vitales para el crecimiento de la patria como son la educación, la salud y la seguridad.

Y es que la SHCP, fiel al cúmulo de mentiras promovidas por el presidente, proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3 por ciento, cuando para 2022, el Banco de México (Banxico) tiene una estimación para cerrar con un incremento del 1.6 por ciento.

También está el asunto de la inflación, donde para el 2023, el gobierno federal la estimó en 3.2 por ciento, algo que es completamente imposible y desapegado a la realidad, pues al cierre de agosto de 2022, la inflación anualizada cerró en 8.7 por ciento, por lo que una reducción es cosa de magos, ficticia como el conejo sacado de la chistera.

Más adelante se puede observar la recaudación y el gasto público que en el proyecto del PEF 2023 el Ejecutivo federal asegura que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) acumulará 4.6 billones de pesos y se egresarán, de acuerdo con sus cálculos, 8.3 billones.

Es evidente que el gobierno emanado de Morena está pensando en un país diferente a México pues al calcular las cifras en relación a la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) estima que la paraestatal producirá 1.87 millones de barriles de crudo diarios a un costo estimado de USD 68.7 cada uno.

En ese sentido, sería irreal que Pemex genere 826 mil millones de pesos y que las transferencias del fondo mexicano del petróleo generen 487 mil millones de pesos adicionales, mientras que en el aspecto del sector Salud se otorga un incremento ridículo del 12 por ciento.

Engaños y más engaños a los mexicanos son los que ha enderezado desde su llegada al poder el presidente de México, después de que ha fracasado en su llamada cuarta transformación que ha resultado un verdadero fiasco.

Desde antes de la pandemia covid-19 se han dedicado a la manipulación de conciencias mediante la aplicación de métodos populistas que han dado al traste con mayor desamparo de nuestras familias, un gobierno federal que se ha engolosinado con la sarta de mentiras, diciendo que todo en el país marcha sobre ruedas, cuando diariamente se pueden presenciar asesinatos provenientes de los grupos mafiosos que se ven amparados con el mensaje de “abrazos no balazos”.

Además habrá que precisar que las elevadas transferencias de recursos que el gobierno federal destina a los programas y megaproyectos esenciales de López Obrador hacen difícil sostener las previsiones de crecimiento económico en que la Secretaría de Hacienda basa su Paquete Económico 2023.

Es una política económica planteada y hecha en lo absurdo, que ha debido quedar sumergida en el optimismo oficial de la Cuarta Transformación, que apunta, no a la prioridad o emergencia en la aplicación de recursos para salvaguardar a las familias mexicanas, sino en un proyecto de nación que sencillamente está fraguando la continuidad de su poder presidencial para el año 2024.

Pero habrá que puntualizar que al llegar esa fecha la nación estará inmersa en el caos, con las finanzas públicas mermadas debido a los elevados recursos destinados a los programas de pensiones y la ausencia de un sistema fiscal consolidado.

Mientras tanto, López Obrador persiste en la necedad de realizar sus obras faraónicas que a primeras luces se miran inservibles pero que él piensa serán el buen futuro de México, es decir, está creando un imperio económico que de maldita cosa habrá de servir para acabar con la miseria extrema de la patria que gobierna, mucho menos para poner fin a la tremenda inseguridad ni para crear las condiciones de salud, educación y generación de empleos que se requieren urgentemente.

La Cuarta Transformación, Morena y López Obrador están metidos en el pantano y cada vez que se mueven se hunden más al no encontrar una forma de salir de él.

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