MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Desapariciones, un pendiente sin importancia para la 4T

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Cada día se hace común que, en cada esquina, puente, postes, casas y en espectaculares se coloquen boletines de búsqueda de personas desaparecidas, una situación que se veía poco hace unos años atrás, cuya principal plataforma, era la televisión, concretamente el servicio a la comunidad de Canal 5. 

Las desapariciones de personas en México se ha agudizado, principalmente en este gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que, dicho sea de paso, sus pocas acciones demuestran que no le interesa atender el problema. La inseguridad y violencia en la que está sumergida México, abona para que las desapariciones forzadas queden impunes y sea uno de los países más peligrosos del mundo. 

La promesa de campaña del ahora presidente López Obrador fue concreta: “Se fortalecerá la Comisión Nacional de Búsqueda de Desaparecidos con presupuesto suficiente y personal especializado, se aplicará la Ley de Víctimas y la Ley General de Desaparición Forzada de Personas con la participación de familiares de los afectados por la violencia”. Luego entonces ¿qué ha pasado? 

De acuerdo al último reporte de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas van más de cien mil desaparecidos y no localizados en México hasta el 16 de mayo de 2022. Estamos ante una verdadera crisis de seguridad y violencia que desemboca diariamente en que más personas formen parte de los casos en donde no se sabe de su paradero durante años y la indiferencia de aquellos que gobiernan. 

En marzo de 2019, el mismo López Obrador aseguró y presumió en el evento de reinstalación del Sistema Nacional de Búsqueda que: “No hay límite presupuestal, no hay techo financiero, es lo que se requiera. Estamos haciendo un gobierno austero, sin lujos, y vamos a ahorrar, y lo que se obtenga, lo que se libere por la austeridad, se va a destinar a esta justa causa de encontrar a los desaparecidos”. Sin embargo, hasta hace una semana se publicó el decreto en el Diario Oficial de la Federación, en el que se autorizaba la creación del Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH), casi cuatro años después y con 52 mil personas fallecidas sin identificar hasta el momento. 

Pero para este gobierno, las peticiones por parte de organismos internacionales como la ONU, quien también en reciente semanas hiciera recomendaciones al gobierno morenista ante el incremento de las desapariciones forzadas, en un informe donde asegura que las principales se cometen por el crimen organizado, la respuesta del presidente fue que “el informe desconoce la realidad de México y añadió que nadie va a poner en el banquillo de los acusados a su gobierno, que son problemas de gobiernos anteriores, que no había claridad en las cifras años atrás y que ellos están haciendo ese trabajo de darle un orden” y un eterno etcétera que justifica que ese no es un problema a quien le haya interesado resolver. 

Ya estamos acostumbrados también a las desacreditaciones que los morenistas hacen cuando alguna institución, colectivo o la misma sociedad demande atención urgente a los problemas que se presentan y que cada vez ahogan más al pueblo mexicano, sin embargo, el desprecio por quienes pusieron en él la esperanza de que las cosas cambiarían en materia de seguridad y en especial con un sector como lo son familiares de personas desaparecidas, es la prueba concreta de que hacen lo imposible por dar con sus seres queridos a toda costa y sobre todo la persistencia de resolver el problema. 

¿Qué se ha hecho para resolver el problema? Pura demagogia. Aquí unos casos. 

El nombramiento de Rosario Piedra Ibarra, actual titular de la CNDH fue polémico. Mucho se ha cuestionado el membrete que ha jugado de total sumisión ante las órdenes de López Obrador al no jugar un papel decisivo ante problemáticas que tienen total competencia en intervenir y resolver. ¿Y entonces qué ha hecho? Pues sigue siendo la pregunta que todos nos hacemos. ¿Dónde está? Que nos lo haga saber quién primero la encuentre, quien primero nos diga qué papel ha jugado ante este problema urgente del que ella puede y debe intervenir.

Y es que entre los morenistas no se ponen de acuerdo. Este año, padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, demandaban atención ante la promesa hecha por el mandatario para la creación de una comisión que le diera seguimiento al caso y se resolviera de una vez. Aquí también se demuestra que el querer es poder y Morena no ha querido. 

El mismo subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas ha denunciado que hay impedimentos por parte del poder Judicial para la solución del caso. ¡Pero si ellos tienen el poder! 

El colectivo de Madres buscadoras de Sonora también es un ejemplo claro de desprecio por parte del gobierno federal. Incansable es el trabajo que han hecho durante años para dar con sus hijos o familiares y al mismo tiempo enfrentar la indiferencia de quienes dijeron que serían prioridad. Lo decía en un artículo anterior: tiene más derecho a audiencia la mamá del Chapo Guzmán a una audiencia antes que las mamás de personas desaparecidas que han acudido a Palacio Nacional para exigir ser escuchadas y se les ha negado. Una indiferencia y desprecio monumental de este gobierno que “el amor” estaría por encima de todo. 

Las desapariciones forzadas se han convertido en una constante en México, el crimen organizado ha propiciado principalmente este disparo de casos. Pero, por otro lado, tenemos a un presidente que asegura que “hay que proteger a los delincuentes porque también son seres humanos”. No sé ustedes, pero esto es una mentada para quienes diario viven con la incertidumbre de no encontrar a su familiar. Esto no es “estar con el pueblo”.

 

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