La Ciudad de México (CDMX), tiene una amplia gama de posibilidades para reunir lo diverso en un solo espacio. El contenido cósmico y cosmopolita de esta gran urbe es tan grande. Su riqueza psicológica y social es tan universal que en este órgano de la nación se encuentran contenidas todas las demás urbes. La CDMX es Morelia, Puebla, Veracruz, Jalisco, Oaxaca, Zacatecas y, además, CDMX.
Si uno hace su arribo al corazón del país por la mañana y viniendo del oriente, la ciudad queda de lado. Si la llegada es por la tarde y viniendo por el oeste, los automovilistas no llegan echando serpentinas porque todo se pone colorado, el ruido de los claxons ahoga el sonido de los pasos de los transeúntes que pululan por las calles. No sé cómo es la llegada por el sur al mediodía ni por la llegada por el norte en la noche. Una falta geográfica e histórica muy grave. Porque para poseer una ciudad certeramente hay que llegar a ella por todas partes.
Es el corazón del país, complejo de entender y conocer. Aquí yacen las bases la política nacional, las universidades, las empresas, las grandes industrias, las mejores bibliotecas, etc. Así es la vida dentro del capitalismo, su progreso en el terreno de la ciencia y la técnica, el arte y la cultura en sus principales ciudades, es indiscutible. Pero también se puede observar cómo en la últimas décadas va construyendo una cultura injusta, estéril y frívola y de una profunda desigualdad económica en el globo entero. La CDMX no es la excepción, también es cuna de cinturones de miseria, pobreza galopante, indigencia, problemas de movilidad, inseguridad, ignorancia, contaminación, etc.
A esto se añade la insensibilidad y prepotencia de los políticos de "izquierda", que desde hace más 20 años mantiene sumida a la población capitalina en la indiferencia e indolencia.
Pero también hay hombres y mujeres dispuestos a cambiar el estado de cosas actual. Por ejemplo; Everardo Lara, Angélica Villa, Darío Candelas, Mario Núñez, Carmen Velázquez, María de la Luz Sifuentes, Guadalupe Villalobos y Humberto Gutiérrez, estos dos últimos ahora fallecidos. Su ejemplo de esfuerzo y dedicación por construir una nueva sociedad queda en la memoria de los antorchistas capitalinos. Lo importante es aquella fuerza que lo conmueve todo por igual, lo que viene en el viento y lo que está en las entrañas de los pioneros organizados en Antorcha Campesina, esa antorcha que lo enciende e ilumina, que lo funde, que lo organiza toda en una arquitectura, en un guiño flamígero, bajo las estrellas impasibles.
A más de medio siglo de haber iniciado cruzar la llanura, "la llanura castellana sin florestas, sin verdura, sin copudos robledales, sin aromas hechos flor, sin más gala que su campo por el rubio trigo lleno"...en lo que parecía imposible y ahora es una realidad, los antorchistas de la CDMX, festejan un aniversario de logros, de resultados y de victorias en las luchas inmediatas y en las luchas históricas.
El neoliberalismo en nuestra patria y en el planeta entero es injusto. Crea mucha riqueza pero no la reparte; y el gobierno, que debe repartirla, no lo hace, por eso "es necesario crecer y organizar a 10 millones de mexicanos y crear nuestro partido político para conquistar el poder para el pueblo, por la vía democrática", señala Aquiles Córdova Morán, líder nacional del Movimiento Antorchista ante más de 15 mil antorchistas que llenos de júbilo ondean sus banderas bordadas de 26 años de lucha y trabajo en el corazón del país.
Temas de economía, lecciones de política y análisis histórico y filosófico son las herramientas del maestro Aquiles para cumplir con una de sus tareas como paladín del pueblo mexicano, la politización de los más desprotegidos por el sistema económico dominante. Su discurso ante miles de mexicanos es excelente. Con ese prisma universalista Córdova Morán mira hacia el resto del país y del mundo y actúa sobre él.
El agradecimiento fraterno a los asistentes lo extiende una gran mujer, la Arq. Gloria Brito Nájera quién ha dedicado todas sus energías a impulsar la construcción de una verdadera organización social en la CDMX, que represente y vele por los intereses de los trabajadores, amas de casa, colonos, maestros y estudiantes.
Sensibilizan y conmueven con su arte también, los grupos nacionales de música y danza del Movimiento Antorchista Nacional, bailes de Huapango de Moncayo y danza azteca, que son el alfa y el omega del gran evento político-cultural.
Es cierto que la organización aún es pequeña pero la tarea es crecer y deben saber los antorchistas pero sobre todo los políticos que ignoran la fuerza de Antorcha en la CDMX que...
Siento afanes imposibles que son vida de mis sueños,
Y, admirando las grandezas que atesoran los pequeños,
Con impulso irrefrenable mis cariños a ellos van.
A ellos, sí, porque son grandes con magnifica grandeza;
A ellos, sí, porque son nobles, y es del alma su nobleza;
A ellos, sí, porque son buenos sin rencores ni altivez;
A ellos, sí, que son promesa de otros tiempos más fecundos;
A ellos, sí, porque la llama redentora de los mundos
Surgirá, como en Judea... ¡de la humilde pequeñez!
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